miércoles, 27 de febrero de 2013

Historias de amor...

Hace unos días se celebraba San Valentín, patrón de los enamorados, y por eso os traemos un trocito de una historia de amor que el pasado 28 de enero cumplió 200 años: Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.


Fotograma de la adaptación de Joe Wright (2005)


En español...

"Había tan pocos caballeros que Elizabeth Bennet se había visto obligada a sentarse durante dos bailes; en ese tiempo Darcy estuvo lo bastante cerca de ella para que la muchacha pudiese oír una conversación entre él y el señor Bingley, que dejó el baile unos minutos para convencer a su amigo de que se uniese a ellos.

   -Ven, Darcy -le dijo-, tienes que bailar. No soporto verte ahí de pie, solo y con esa estúpida actitud. Es mejor que bailes.
   -No pienso hacerlo. Sabes cómo lo detesto, a no ser que conozca personalmente a mi pareja. En una fiesta como esta me sería imposible. Tus hermanas están comprometidas, y bailar con cualquier otra mujer de las que hay en este salón sería como un castigo para mí.
   -No deberías ser tan exigente y quisquilloso -se quejó Bingley-. ¡Por lo que más quieras! Palabra de honor, nunca había visto a tantas muchachas tan encantadoras como esta noche; y hay algunas que son especialmente bonitas.
   -Tú estás bailando con la única chica guapa del salón -dijo el señor Darcy mirando a la mayor de las Bennet.
   -¡Oh! ¡Es la criatura más hermosa que he visto en mi vida! Pero justo detrás de ti está sentada una de sus hermanas que es muy guapa y apostaría que muy agradable. Deja que le pida a mi pareja que te la presente.
   -¿Qué dices? -y, volviéndose, miró por un momento a Elizabeth, hasta que sus miradas se cruzaron, él apartó inmediatamente la suya y dijo fríamente- No está mal, aunque no es lo bastante guapa para tentarme; y no estoy de humor para hacer caso a las jóvenes que otros han despreciado. Es mejor que vuelvas con tu pareja y disfrutes de sus sonrisas porque estás malgastando el tiempo conmigo.

El señor Bingley siguió su consejo. El señor Darcy se alejó; y Elizabeth se quedó allí con sus no muy cordiales sentimientos hacia él. Sin embargo, contó la historia a sus amigas con mucho humor porque era graciosa y muy alegre, y tenía cierta disposición a hacer divertidas las cosas ridículas."

Y en versión original.

Elizabeth Bennet had been obliged, by the scarcity of gentlemen, to sit down for two dances; and during part of that time, Mr. Darcy had been standing near enough for her to overhear a conversation between him and Mr. Bingley, who came from the dance for a few minutes to press his friend to join it.

``Come, Darcy,'' said he, ``I must have you dance. I hate to see you standing about by yourself in this stupid manner. You had much better dance.''
``I certainly shall not. You know how I detest it, unless I am particularly acquainted with my partner. At such an assembly as this, it would be insupportable. Your sisters are engaged, and there is not another woman in the room whom it would not be a punishment to me to stand up with.''
``I would not be so fastidious as you are,'' cried Bingley, ``for a kingdom! Upon my honour I never met with so many pleasant girls in my life, as I have this evening; and there are several of them, you see, uncommonly pretty.''
``You are dancing with the only handsome girl in the room,'' said Mr. Darcy, looking at the eldest Miss Bennet.
``Oh! she is the most beautiful creature I ever beheld! But there is one of her sisters sitting down just behind you, who is very pretty, and I dare say very agreeable. Do let me ask my partner to introduce you.''
``Which do you mean?'' and turning round, he looked for a moment at Elizabeth, till catching her eye, he withdrew his own and coldly said, ``She is tolerable; but not handsome enough to tempt me; and I am in no humour at present to give consequence to young ladies who are slighted by other men. You had better return to your partner and enjoy her smiles, for you are wasting your time with me.''

Mr. Bingley followed his advice. Mr. Darcy walked off; and Elizabeth remained with no very cordial feelings towards him. She told the story however with great spirit among her friends; for she had a lively, playful disposition, which delighted in any thing ridiculous.

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